LOS PECES
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Quien opta por tener peces en casa se está decidiendo, en principio, por unas mascotas muy fáciles de mantener y que requieren poco trabajo.
Es frecuente que los niños de una familia, tras insistir en adoptar alguna mascota, logren convencer a sus padres de comprar una pequeña bola de cristal (o incluso de plástico para que no haya riesgos al limpiarla ellos) con un par de peces de colores. Al fin y al cabo, los progenitores no encuentran en los peces las objeciones que plantea ante otro tipo de mascotas: apenas ocupan espacio, no hacen ruido, no huelen, no hay que sacarlos a pasear, no nos despiertan de madrugada con sus cantos... Conforme pase el tiempo y esos peces se adapten bien al nuevo hábitat, sin apenas dar quehaceres ni preocupaciones, va surgiendo la curiosidad o el capricho de ampliar y decorar mejor el acuario, introduciendo más peces, con lo que, poco a poco vamos sumergiendo en un mundo que con todas seguridad nos atraerá.
Una pecera tipo bola de cristal con muy pocos litros de capacidad, que debemos cambiar a diario y cuya temperatura es variable, no es en absoluto el medio más adecuado para albergar a los peces. En ella los peces simplemente sobreviven en medio de unas condiciones bastante adversas. Padecen de falta de espacio y acusan ese ambiente tan diferente a su biotopo original, en el que se reprimen sus instintos naturales. Además no podemos introducir en las peceras los peces llamados tropicales, pues necesitan unas condiciones tanto biológicas, como químicas y de temperatura mucho más estables. Por ello, debemos plantearnos la necesidad de montar un acuario completo, en el que podremos observar cómodamente los juegos, ciclos reproductivos y alimenticios de nuestros peces, tal y como los desarrollarían en su vida natural.
Es frecuente que los niños de una familia, tras insistir en adoptar alguna mascota, logren convencer a sus padres de comprar una pequeña bola de cristal (o incluso de plástico para que no haya riesgos al limpiarla ellos) con un par de peces de colores. Al fin y al cabo, los progenitores no encuentran en los peces las objeciones que plantea ante otro tipo de mascotas: apenas ocupan espacio, no hacen ruido, no huelen, no hay que sacarlos a pasear, no nos despiertan de madrugada con sus cantos... Conforme pase el tiempo y esos peces se adapten bien al nuevo hábitat, sin apenas dar quehaceres ni preocupaciones, va surgiendo la curiosidad o el capricho de ampliar y decorar mejor el acuario, introduciendo más peces, con lo que, poco a poco vamos sumergiendo en un mundo que con todas seguridad nos atraerá.
Una pecera tipo bola de cristal con muy pocos litros de capacidad, que debemos cambiar a diario y cuya temperatura es variable, no es en absoluto el medio más adecuado para albergar a los peces. En ella los peces simplemente sobreviven en medio de unas condiciones bastante adversas. Padecen de falta de espacio y acusan ese ambiente tan diferente a su biotopo original, en el que se reprimen sus instintos naturales. Además no podemos introducir en las peceras los peces llamados tropicales, pues necesitan unas condiciones tanto biológicas, como químicas y de temperatura mucho más estables. Por ello, debemos plantearnos la necesidad de montar un acuario completo, en el que podremos observar cómodamente los juegos, ciclos reproductivos y alimenticios de nuestros peces, tal y como los desarrollarían en su vida natural.
1El tamaño de nuestro acuario es fundamental.
Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta cuando tenemos peces en casa es que un acuario es un espacio cerrado. Deberemos adecuar el número de peces a la capacidad de nuestro acuario.
2¡Asegúrate de que los peces se lleven bien entre ellos!
No todos los peces se llevan bien entre ellos, los hay más vivos, más huidizos, más voraces, ¡los hay incluso que se comen otros peces! Si tenemos varias especies dentro de un mismo acuario, deberemos asegurarnos de que sean compatibles entre sí.
3El agua siempre limpia.
Es fundamental que mantengamos el agua de nuestro acuario limpia. Para ello resulta indispensable instalar un filtro en nuestra pecera. Mantendrá el agua limpia de cualquier impureza.
4¿Tienes pensado comprar peces tropicales?
Si nuestros peces son tropicales o de agua templada, deberemos comprar un calentador para mantener el agua a la temperatura correcta.
5La iluminación es fundamental.
Será necesario que compres una luz para tu acuario, ya que no es aconsejable que la luz del sol incida directamente sobre la pecera. Podemos encontrar luces para acuarios en todas la tiendas de animales y se instalan muy fácilmente. No olvides que los peces también duermen, y deberás apagar la luz cuando llegue l hora de ir a la cama.
6Introduce los peces en la pecera poco a poco.
Cuando hayas llenado tu pecera de agua, no introduzcas los peces de golpe. Mantén los filtros limpiando el agua durante por lo menos 24h y elimina el cloro que pueda contener. Es entonces cuando puedes empezar a meter a los peces en el agua. Hazlo poco a poco, aunque te lleve varios días.
7No te olvides de alimentar a tus peces.
Tus peces comen, y dependen de ti para ello. No te olvides de ellos y dales de comer con regularidad. Cada especie comerá alimentos distintos a tiempos distintos, asegúrate de preguntar a tu veterinario qué comen tus peces y con qué regularidad lo hacen.
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